Una fabulosa mezcla irlandesa de 70 % de whisky de malta simple y 30 % de whisky de alambique único. Después de ser triplemente destilado, el Irishman Founder's Reserve se envejece en barricas de bourbon.
La historia de Irlanda y el whisky van de la mano. El whisky irlandés es una de las bebidas espirituosas más antiguas de Europa, donde se realiza la destilación desde el siglo VI. Cuando los monjes religiosos llevaron por primera vez la técnica a Irlanda, la utilizaron para crear perfumes y “Eau de Vie”, también conocida como “Agua de vida”. Los primeros registros escritos de whisky en Irlanda se remontan a 1324 y provienen de un manuscrito medieval llamado el libro rojo de Ossory, que muestra el Uisce Beatha produciéndose para el consumo. En el siglo XIX, Irlanda estaba a la vanguardia de la producción de whisky, suministrando el 60% del suministro mundial.
En Irlanda, el whisky producido por destilación por lotes puede tener un destilado doble o triple. Hasta el 70% del sabor de un whisky procederá de la barrica en la que se ha madurado. El whisky irlandés debe madurar en barricas de madera de no más de 700 litros, en la isla de Irlanda, durante un mínimo de tres años