"Voy a mezclar los sabores de la misma forma que mezclo los colores" comento Carlos Paez Vilaró al crear este blend de guarda. El nombre surge en honor a sus cuatro mascotas de New York. Con sus 18 meses de barrica logra ofrecernos un aroma complejo y refinado que nos recuerda a frutas confitadas y a especias. En boca se vueklve muy agradable y delicado, propio de su evolución en botella. De buen final, largo y placentero.